De casa en ruinas a un espacio respetuoso | Casa Frugoni de Estudio Cabrera Arquitectura
- Arq. Jenny Torres
- 22 nov
- 5 Min. de lectura
AUTOR: Jenny Torres
Apasionada por la re interpretación de la relación entre la historia y la contemporaneidad.

NOMBRE OBRA: Reciclaje Frugoni.
ARQUITECTOS: Arq. Alfonso Cabrera - Estudio Cabrera Arquitectura.
FOTOGRAFÍA: Santiago Veas, Alfonso Cabrera.
UBICACIÓN: Cordón, Montevideo - Uruguay.
AÑO: 2020.
M2: 200 M2.

En el Centro Histórico de Montevideo, se presenta una problemática común en otras ciudades de Latinoamérica, que probablemente existe en la tuya también; esta situación surge como consecuencia de la expansión y el crecimiento urbano hacia la periferia de las mismas; lo que provoca el vaciamiento de las zonas centrales, la mercantilización de espacios, el deterioro o falta de protección del patrimonio arquitectónico; problemas que se traducen en un abandono de edificios, demoliciones y un modelo de desarrollo urbano que a menudo no prioriza la inversión inmobiliaria en revitalización de edificios.


En este contexto, con unas normativas flexibles referentes a sus fachadas, ya que si observamos los edificios colindantes no tienen similitud alguna que la vivienda existía en condición de abandono, es ahí donde el encargo es dado al estudio Cabrera que trae a la mesa la acupuntura urbana para lograr una densificación respetuosa, y antes de que te preguntes...
¿Qué es una densificación respetuosa?


Te lo diré yo, es entendida como densificar sin romper la escala urbana existente, en otras palabras, incrementar la densidad habitacional en la misma área, sin desplazar ni sobrecargar el entorno, partiendo de satisfacer las necesidades contemporáneas mientras honra e reinterpreta elementos de la vivienda original.
Esto se logra ofreciendo tipologías variadas adecuadas para distintas configuraciones familiares; el estudio propone una tipología de pequeño conjunto residencial en una parcela tradicional de patio y es en torno a este que la circulación y las relaciones entre las tres unidades de vivienda resultantes se disponen.

La exitosa inserción se logra igualmente en términos de ciudad, en fachada, al conservar la continuidad de proporción - alineación urbana con los predios colindantes; incorporando la contemporaneidad no desde la ruptura sino bien desde el equilibrio entre geometrías simples, un lenguaje formal sobrio con materiales neutros y un bajo perfil con sencillez volumétrica carente de ornamentación.
Pero ¿Por dónde iniciamos?

Probablemente conservando elementos de la vivienda antigua, como los muros portantes existentes, buscando hacer la mínima intervención estructural, o el patio, siendo una tipología patrimonial valiosa por su flexibilidad y capacidad de adaptación.

Es esta tipología de patio la que adquiere un nuevo sentido en el proyecto; deja de ser un espacio residual para transformarse en el eje central de la propuesta arquitectónica. Cambia para fungir como elemento articulador y espacio común, además de distribuir las unidades de vivienda junto con las circulaciones verticales, aportando así mismo mayor calidad espacial-ambiental al introducir nuevos programas, brindar privacidad, potenciar la ventilación cruzada y favorecer la iluminación natural.

El respeto tipológico se da de la misma forma en los muros conservando su espesor inicial de 50cm, promoviendo una estética basada en la honestidad material en la cual la mezcla entre lo existente y lo nuevo es evidente, esto crea una legibilidad histórica y coherencia visual articulando el interior de la vivienda con el exterior de la calle; demostrando que estructuras preexistentes pueden producir espacios contemporáneos.
Entonces, ¿Qué es lo nuevo?
Bueno, sin duda alguna, la mejora en la eficiencia del programa es un punto valioso a resaltar, pasando de una sola vivienda con patio a poseer tres unidades de vivienda, un patio y una cubierta aprovechable en el mismo espacio.
La unidad de vivienda más próxima a la calle conserva mayor independencia; es un dúplex ideal para una pequeña familia. Por otro lado, las unidades internas son idóneas para una pareja, recuperando privacidad mediante el conjunto de vanos que abren al patio interno.

Esta segmentación de viviendas se logra combinando materiales livianos sobre estructuras tradicionales, reduciendo el impacto ambiental y los costos de demolición; del mismo modo, haciendo un uso ingenioso de la superficie útil, la circulación vertical se externaliza y se ubica en el patio, liberando así las unidades de vivienda y evitando pasillos internos.

En ciudades densamente pobladas, la dinamización social se vuelve un valor esencial; por ello, la activación de la cubierta como espacio exterior habitable representa una estrategia eficaz para incrementar la densidad sin ampliar la ocupación del suelo. Al tiempo que fomenta la vida comunitaria y el uso compartido del espacio al aire libre, el proyecto Frugoni transforma la terraza en el espacio común del conjunto residencial, donde una pérgola, una parrilla y el área de lavado son incorporados, consolidando un ámbito de encuentro y convivencia cotidiana.

Y ¿Qué hay de lo ambiental?

La densificación respetuosa en el proyecto también se manifiesta en la limitada elección de materiales y una estética sobria, reforzada por soluciones constructivas sencillas que priorizan la limpieza volumétrica tanto en el exterior como en el interior. Estos recursos expresan una arquitectura ligera, económica y coherente donde la simplicidad formal se convierte en un principio de diseño y no en una limitación técnica.
En ese sentido el uso de revoque pintado blanco para fachadas; carpinterías simples, probablemente de aluminio o madera lacada; escalera en concreto; pasamanos metálicos pintados en blanco; elementos de madera en la pérgola de cubierta; para el exterior y para el interior: acabados de muros y cielos blancos, pisos neutros en madera, carpintería de ventanería metálica y estructura metálica ligera para escalera con peldaños aparentemente flotantes nos habla de una facilidad para el mantenimiento del inmueble.

El uso de estrategias pasivas en el proyecto por parte del estudio Cabrera nos habla de que la sostenibilidad arquitectónica no radica únicamente en la tecnología, sino en la capacidad de transformar con sensibilidad, reinterpretar lo construido sin destruirlo y de incorporar en el diseño la memoria material del lugar; por ello la fachada mantiene coherencia urbana pero introduce una lectura contemporánea: conserva el grosor de muro original, vanos profundos y sistema de recorte generan una imagen moderna sin romper la escala existente.

Es esta estrategia de encuadres controlados y profundidades en los muros que funcionan como “umbrales” entre lo público y lo privado; entre el ingreso de luz natural de forma controlada al interior de las viviendas y la luz difusa gracias al patio; permite también una ventilación cruzada natural óptima para el confort al interior, sumado a la incorporación de vegetación en el patio interior.
En donde la arquitectura contemporánea enfrenta el desafío de adaptarse a contextos urbanos consolidados, la expansión horizontal ha alcanzado sus límites y el patrimonio edificado requiere nuevas formas de habitar; la rehabilitación a pequeña escala emerge como una estrategia eficaz no sólo para conservar estructuras existentes sino para redefinir su uso y sentido en la ciudad.

El proyecto del estudio Cabrera evidencia que esta rehabilitación no debe entenderse como un acto de preservación pasiva, sino como una oportunidad de relectura tipológica y social en donde la edificación se convierte en un laboratorio de coexistencia entre lo antiguo y lo nuevo, entre el vacío y la densificación, entre la memoria y la vida contemporánea.
Su claridad formal y economía de recursos lo hacen exportable a contextos similares en ciudades latinoamericanas;
