ANDRES CASILLAS DE ALBA | Un Legado en las Huellas de la Maestría Barragana
- Arq. Pablo Vazquez
- 28 ago 2023
- 5 Min. de lectura
Actualizado: 15 sept
Autor: Pablo Vazquez.
Amante de descubrir nuevos lugares y adicto al trabajo, en resumen, un arquitecto

La historia de la arquitectura mexicana se enriquece con la figura de Andrés Casillas de Alba, un visionario que desafió las convenciones y siguió su pasión, trazando un camino en la creación de espacios que reflejaban su perspectiva única. Nacido en un contexto que favorecía una trayectoria profesional más convencional, Casillas de Alba tomó el audaz paso de seguir su corazón y convertirse en un arquitecto cuyo legado resonaría en la historia del diseño, pero vamos desde el principio...
Infancia y formación
Andrés Casillas de Alba nació el martes 10 de julio de 1934 en la Ciudad de México, en una familia ligada al arte y la arquitectura: su abuelo fue Guillermo de Alba, arquitecto jalisciense. Desde niño vivió inmerso en ambientes de diseño, tradición vernácula y valores estéticos heredados del México rural de los Altos de Jalisco, lo que le imprimió una sensibilidad hacia la naturaleza, los materiales locales, los patios, el silencio y la serenidad.
A pesar del deseo de su padre de que siguiera una carrera en contaduría, Andrés Casillas escuchó el llamado de la arquitectura y se enroló en la Escuela de Arquitectura de Guadalajara, forjando sus cimientos en esta disciplina artística. Su inquebrantable pasión lo llevó a continuar sus estudios en la prestigiosa Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), donde continuó su proceso de aprendizaje y desarrollo.
Estudió Arquitectura en la Escuela de Arquitectura de Guadalajara entre 1952 y 1955, luego continuó en la UNAM hasta 1956. Más tarde realizó estudios en la Hochschule für Gestaltung en Ulm, Alemania (1957-1961), escuela heredera del legado Bauhaus, donde profundizó en principios modernos, disciplina en el diseño, la relación entre espacio, luz, estructura. Durante ese tiempo también participó en proyectos internacionales, por ejemplo en planificación urbana en Isfahán, Persia, alrededor de 1958, y tuvo alguna experiencia profesional en Milán (en oficina de Mangiarotti & Morassutti) aproximadamente en 1959.
Fue en Alemania donde Casillas de Alba alcanzaría nuevas alturas en su formación. Al estudiar en la Hochschule für Gestaltung, la escuela sucesora de la Bauhaus, Andrés tuvo la oportunidad de sumergirse en la herencia de la arquitectura moderna y experimentar con nuevas perspectivas y enfoques. Esta experiencia no solo enriqueció su conocimiento, sino que también le otorgó una visión más amplia de la interconexión entre arte y arquitectura.
Influencias y primeras colaboraciones
Al regresar a México, Casillas trabajó con arquitectos como Augusto H. Álvarez (1962-1963) y posteriormente colaboró con Luis Barragán entre 1964 y 1968. Esa etapa fue fundamental: con Barragán afinó su afinidad por los muros, el juego de luz y sombra, los patios y los vacíos, el ambiente íntimo y la presencia del entorno natural. Tras 1969 emprendió su carrera independiente, aunque mantuvo un estilo muy propio, intuitivo, reflexivo y con fuerte componente emocional en sus diseños.
El viaje de Andrés Casillas por el mundo del diseño lo llevó de regreso a México, donde el destino lo reunió con una figura fundamental en su vida y carrera: Luis Barragán. Conocido desde su infancia por su relación con Barragán, Casillas de Alba aprovechó la oportunidad de trabajar junto a él y se convirtió en discípulo de una leyenda arquitectónica. La influencia de Barragán no solo se manifestó en el estilo arquitectónico de Casillas, sino también en su ética de trabajo y en la forma en que vivía y respiraba el arte de la arquitectura.
La presencia de Barragán como mentor y guía influyó en cada aspecto de la vida y la carrera de Andrés Casillas. Su colaboración y relación maestro-discípulo resultaron en una sinfonía creativa que trascendió la diferencia de edades. Barragán impulsó la creatividad de Casillas, catalizando su potencial y nutriendo su desarrollo como arquitecto innovador.
Filosofía proyectual
Casillas de Alba se caracteriza por una arquitectura de pocos, pero profundos proyectos. Se dice que diseñó cerca de 180 proyectos, pero construyó probablemente solo la mitad.
Muchas de sus obras son casas habitación, pero también hay oficinas, clubes, fábricas, proyectos especiales. Lo distintivo de su obra no está en la cantidad, sino en lo contemplativo: espacios que apelan al silencio, al recogimiento, al disfrute de la luz y la sombra, del espacio interior como refugio y del detalle como expresión estética.
Para Casillas de Alba, cada obra es una conversación entre lo moderno aprendido en Ulm, la cultura vernácula de México y la sensibilidad personal: los patios, los muros gruesos, los remates de ductos, los tinacos, las chimeneas, los elementos que muchas veces parecen ornamentales, pero que cumplen también con función poética, espacial y simbólica.
Vida adulta, reconocimiento y legado
A lo largo de su vida se mantuvo bastante alejado de los reflectores institucionales, de las modas arquitectónicas, de conferencias grandilocuentes. Su obra ha sido difundida más en publicaciones académicas, libros de fotografía, monografías como la de Juan Palomar Verea (“Andrés Casillas de Alba”) y el libro De la tierra al cielo (2019).
El reconocimiento ha llegado de forma más silenciosa, pero contundente. Ha sido miembro de la Fundación de Arquitectura Tapatía Luis Barragán, de sistemas de creadores de arte, y su obra se ve como de culto dentro de círculos arquitectónicos. Hay reportes de cientos de proyectos, construidos y no construidos, con influencia que trasciende su número.
A pesar de su avanzada edad, sigue activo creativamente, y su ejemplo inspira a arquitectos que buscan una arquitectura más contemplativa, más humana, más atenta al contexto.
Obras destacadas de Andrés Casillas de Alba (lista parcial cronológica
Aquí tienes algunas sus obras o colaboraciones mas importantes con su respectiva fotografía, año y nombre, si hace falta alguna ten la libertad de comentarla aqui abajo y actualizaremos el listado:
Fotografía | Año | Obra |
1962-1963 | Colaboraciones con Augusto H. Álvarez | |
1964-1968 | Colaboraciones con Luis Barragán | |
~ 1968 | Piscina “Yturbe”, Acapulco, Guerrero | |
1970 | Casa Pedro Coronel, Ciudad de México / D.F. | |
1973 | Jardín Tapia, Guadalajara, Jalisco. | |
1978 | Centro Financiero Banamex, Guadalajara. | |
1978 | Casa Blancarte. | |
1979 | Casa Villaseñor, Zapopan, Jalisco. | |
1980 | Proyecto Jaiba, Playa Jaibas, Jalisco. | |
1980 | La Mancanilla, Manzanilla, Colima. | |
1980 | Casa García Villaseñor, Zapopan, Jalisco. | |
~ 1983 | Casa “Casaús”, Valle de Bravo, Estado de México. | |
1994 | Casa “Leonor”, San Ángel, Ciudad de México. | |
1995 | Casa Tecámac, Hidalgo. | |
1999 | Casa Jazmín, Cuernavaca, Morelos. | |
2001 | Capilla 3 de Mayo, Morelos. | |
2005 | Casa Garganta, Manzanillo, Colima. | |
2005 | Casa Roqueta, Acapulco, Guerrero. | |
2005 | Casa Estudio “Casillas”, Cuernavaca, Morelos. | |
2008 | Casa “Greensmith”, Melbourne, Australia. |
Las obras de Andrés Casillas de Alba dan fe de su evolución y visión distintiva. Desde la Casa Balancarte hasta el edificio de las Américas, desde la casa Villaseñor hasta la casa Márquez, cada proyecto respira la influencia barragana mientras también revela la voz única del propio Casillas. Su capacidad para mezclar elementos tradicionales con enfoques modernos se convierte en un testimonio de su habilidad para dialogar con el pasado mientras mira hacia el futuro.

En medio de sus logros, hay un detalle que resalta en su legado: un tinaco que se convierte en una obra de arte en sí mismo. Este enfoque en la belleza incluso en lo mundano refleja la filosofía de Casillas de Alba de que la arquitectura no está limitada a los grandes edificios, sino que puede encontrarse en cada detalle de la vida cotidiana.
Andrés Casillas de Alba ha tejido su nombre en la rica tela de la arquitectura mexicana y global. Su capacidad para abrazar la tradición mientras se aventura en nuevas fronteras lo convierte en un maestro de la arquitectura. Más allá de sus logros, su historia resalta la importancia de seguir el corazón, incluso cuando los caminos son inciertos, y de honrar la influencia de los maestros que nos guían en nuestro viaje creativo. En última instancia, el legado de Andrés Casillas es un testimonio del poder de la pasión y el aprendizaje constante en la forja de un arquitecto excepcional.
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