Casa Lorena fue parte de una casona de principios del siglo XX. Con el paso del tiempo y la especulación urbana, el terreno se fue fraccionando hasta quedar reducido a un cuarto de su tamaño original. Lo que antes era amplitud colonial, ahora era un terreno estrecho, profundo, comprimido entre medianeras. Los arquitectos de Workshop, Diseño y Construcción decidieron no borrar, sino revelar. No negar la historia, sino reinterpretarla.