TEODORO GONZÁLEZ DE LEÓN | El Arquitecto del Concreto Cincelado y la Monumentalidad Mexicana
- Arq. Pablo Vazquez

- 25 sept
- 4 Min. de lectura
Autor: Pablo Vazquez
Amante de descubrir nuevos lugares y adicto al trabajo, en resumen, un arquitecto.

Teodoro González de León nació el 29 de mayo de 1926 en la Ciudad de México, en una época en la que el país comenzaba a redefinir su identidad tras la Revolución Mexicana. Desde joven mostró interés por las artes y la construcción, lo que lo llevó a ingresar a la Escuela Nacional de Arquitectura de la UNAM, donde se graduó en 1947.

Su verdadera transformación llegó poco después, cuando obtuvo una beca para trabajar en el atelier de Le Corbusier en París entre 1947 y 1949. Allí, González de León entró en contacto directo con los principios del movimiento moderno: el uso del concreto, la integración del urbanismo y el diseño arquitectónico, así como la idea de que la arquitectura debía responder a las necesidades sociales. Esta experiencia marcaría profundamente toda su carrera.
Vida personal y visión cultural

A lo largo de su vida, Teodoro González de León fue un hombre profundamente ligado a las artes. Además de arquitecto, fue pintor y escultor, interesado en el cruce de disciplinas creativas. Su vida personal se desarrolló en torno a una constante búsqueda estética: veía en la arquitectura no solo una función práctica, sino un lenguaje cultural que debía dialogar con la historia y proyectarse hacia el futuro.
Su matrimonio con la artista y escultora Lilia Carrillo también influyó en su visión multidisciplinaria de la creación. Ambos compartieron un interés profundo por la experimentación, lo cual se reflejó en la capacidad del arquitecto para trabajar a la par con artistas plásticos como Mathias Goeritz o Vicente Rojo en varios de sus proyectos.
Filosofía arquitectónica
La obra de González de León está definida por el uso poético y escultórico del concreto aparente, trabajado como si fuera piedra. Él lo llamaba “concreto cincelado”, pues concebía el material no solo como estructura, sino como una piel viva que podía tallarse, vibrarse y dialogar con la luz.

Su arquitectura se caracteriza por:
La monumentalidad: edificios que no solo cumplen una función, sino que proyectan una presencia casi atemporal.
La relación con el arte: como pintor y arquitecto, creía que la arquitectura debía tener un componente estético y poético.
El urbanismo: gran parte de sus proyectos son espacios públicos o instituciones culturales, diseñados para fortalecer la vida social.
Para González de León, “cuando la arquitectura emociona, se convierte en una obra de arte”. Sus edificios buscaban precisamente eso: emocionar, dignificar y trascender.
Trayectoria profesional y colaboraciones

De regreso en México, González de León trabajó en el Instituto Nacional de la Vivienda y en el Plan Regulador del Centro Urbano Presidente Alemán (CUPA), una de las primeras experiencias de vivienda colectiva moderna en el país.
En las décadas siguientes consolidó un estilo propio caracterizado por el uso del concreto cincelado, material que se convirtió en su sello personal. A partir de la década de 1960, y especialmente en los años 70, se asoció con Abraham Zabludovsky, con quien formó una de las duplas más influyentes de la arquitectura mexicana del siglo XX.

Su arquitectura se distingue por su monumentalidad contemporánea, grandes volúmenes geométricos y una clara influencia del brutalismo, pero siempre reinterpretado desde una perspectiva mexicana. Sus obras no solo cumplen funciones urbanas y culturales, sino que transmiten una presencia casi escultórica en el paisaje urbano.
Estilo y filosofía

}Para González de León, la arquitectura era un arte mayor. Sus obras trascienden la función para convertirse en símbolos culturales. Creía que los edificios debían emocionar, generar asombro y permanecer en el tiempo.
El uso del concreto cincelado se convirtió en su recurso más distintivo: trabajaba las superficies de este material con martillo neumático para obtener una textura rugosa, casi pétrea, que evocaba la solidez de las construcciones prehispánicas mexicanas. De esta forma, conectaba la modernidad con la tradición cultural del país.

Su visión no se limitaba a lo estético: concebía la arquitectura como parte de la construcción de la identidad nacional, y sus obras fueron, en muchos casos, espacios públicos destinados al arte, la cultura y la educación.
Obras destacadas en orden cronológico
Algunas de sus principales obras, realizadas tanto de manera individual como en colaboración con Zabludovsky y otros arquitectos, son:
FOTOGRAFÍA | AÑO | OBRA |
1957 | Centro Urbano Presidente Alemán (CUPA), Ciudad de México (colaboración). | |
1964 | Museo Tamayo de Arte Contemporáneo, Ciudad de México (con Abraham Zabludovsky). | |
1968 | Delegación Cuauhtémoc, Ciudad de México (con Zabludovsky). | |
1972 | Biblioteca de México, Ciudadela, Ciudad de México (con Zabludovsky). | |
1973 | El Colegio de México, Ciudad de México (con Zabludovsky). | |
1974 | Universidad Pedagógica Nacional, Ciudad de México. | |
1981 | Auditorio Nacional (remodelación con Zabludovsky y Guillermo Rosell). | |
1982 | Museo Universitario Arte Contemporáneo (MUAC), proyecto inicial. | |
1991 | Fondo de Cultura Económica, Ciudad de México. | |
1992 | Museo Tamayo (ampliación), Ciudad de México. | |
1993 | Torre Arcos, Guadalajara. | |
1996 | Conjunto Urbano Reforma 222, Ciudad de México. | |
2000 | Corporativo Arcos Bosques (conocido como “El Pantalón”), Ciudad de México. | |
2006 | Reforma 222, Ciudad de México. | |
2008 | Torre Virreyes, Ciudad de México. |
(Cabe aclarar que varios proyectos iniciales del Museo Tamayo y MUAC fueron desarrollados por etapas y culminados con otros equipos en diferentes momentos.)

Para Teodoro González de León, la arquitectura nunca fue solo una profesión, sino una manera de estar en el mundo. Él mismo lo expresó con claridad:
“La arquitectura es una forma de vida. No es otra cosa. Es una forma de enfrentar todos los días”.

Su legado, lleno de monumentalidad, poesía y compromiso con la identidad mexicana, sigue inspirando a generaciones de arquitectos y ciudadanos. Y si quieres descubrir más de su pensamiento íntimo y creativo, te invito a leer nuestro artículo con una selección de sus mejores frases, donde sus palabras revelan tanto como sus edificios.




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